

Desde el año 2000, reportes del banco americano Citi revelaron que el mercado de arte crece un 13 por ciento cada año. Esta “forma de negocio”, a pesar de ser rentable, parece ser que en México está aún en pañales.
Según un estudio realizado por Art Market Research, en los últimos 10 años las obras de los artistas contemporáneos han conseguido una rentabilidad anual media de 12.4 por ciento, superando así -y aunque muchos aún lo duden- al mercado emergente, de materias primas y de renta fija. Sin embargo, no es ley de vida: con el arte se gana -y se puede ganar muy bien- pero también se pierde. Todo depende de la obra que adquiramos y de la fama, madura o en ciernes, del autor.
Estamos acostumbrados a ver al arte como un escaparate para nuestros sentidos -y tenemos toda la razón-. Y cuando compramos un cuadro o una escultura, lo hacemos más bien por las emociones que nos provoca la obra por encima de pensar en hacer negocio con ella. Si fuéramos menos escépticos y le hiciéramos caso a los que dominan el tema no necesitaríamos razones para invertir en arte. Pero aún así te platicamos brevemente 5 razones que te animarán a hacerlo, y que la revista Forbes ha publicado recientemente.
5 Razones para Invertir en Arte
1. Se considera un activo a largo plazo
Ya lo dijimos en la intro, la rentabilidad del arte supera con creces a la de la renta fija.
2. Genera satisfacción estética personal
Parece ser que invertir en arte se diferencia sobremanera con cualquier otro tipo de inversión, pues aquí se involucra también nuestro Yo más interior con todas las emociones que produce en él una obra que nos cautiva. Dirán los que saben: “El deleite es algo innato que conlleva la contemplación”.
3. La inversión en arte mejora la imagen de la empresa
Todos sabemos que grandes emporios mundiales realizan un coleccionismo puro de arte corporativo; BBVA es un claro ejemplo. Un rasgo característico de esta clase de coleccionismo de arte corporativo es la búsqueda de piezas que tengan relación con la actividad o ubicación de la empresa. Y así vemos que empresas grandes o pequeñas ven en el arte una forma de invertir como de proyectar una imagen con mucha esencia, pues todo lo que gira en torno al coleccionismo de arte causa sensación. BBVA no ha tenido reparo en mostrar al mundo su colección de arte a través de una web en la que exhibe cerca de 400 pinturas, esculturas y piezas de arte decorativo. ¿Qué tal?
4. El valor de la obra difícilmente se devalúa
El valor que tiene una obra artística es indiscutible y no se devalúa. Pero lo que sí es reciente es que con mayor frecuencia los inversionistas miran las obras de arte como un refugio donde su capital está a salvo. La razón: la crisis financiera internacional, que mantiene a los mercados en turbulencia, hace que en el portafolio de inversiones, junto a los títulos de las acciones, se coloquen también pinturas, esculturas, litografías, fotografías. Según una investigación hecha por Forbes México el inversionista podría llegar a cobrar hasta el 50 por ciento de ganancia de cada obra a los pocos años de haberla adquirido, siempre y cuando se trate de un autor bien colocado. Y sí, eso puede parecer todo un reto. O un lanzar una moneda al aire… Por eso, antes de comprar, es bueno asesorarse con expertos.
5. El arte tiene un costo de mantenimiento bajo
Claro. Necesita sus cuidados y su buen trato. Pero en realidad, a diferencia de otros bienes activos u otros tipos de inversión, el arte nos exigirá relativamente pocos recursos financieros en mantenimiento.