Nace en Florencia, Italia, el 11 de enero de 1937, es naturalizado Mexicano desde los 7 años llega a México debido a que sus padres, judíos alemanes, buscan refugio en México en 1939 escapando de la Segunda Guerra Mundial. Desde pequeño, Pedro Friedeberg muestra un interés por la pintura, de hecho sus artistas favoritos eran Piranesi y Canaleto.
Desde su primera exposición individual, la obra del autor se caracterizó por un estilo propio muy definido Friedeberg se opone al racional-funcionalismo, en el que la función se sobrepone a la forma; el arte de este autor de alto prestigio repudia la ausencia de ornamento y fantasía, por lo que su pintura, escultura y estampa están llenas de simbolismos metafísicos, religiosos, hindúes y aztecas.