De formación autodidacta, aunque artísticamente influyó en él su padre, Rogelio Vargas, que pintaba y hacía exvotos por solicitud, se adentró en la pintura.
En 1968 llevó a cabo su primera exposición individual y desde 1982 ha participado en importantes exposiciones colectivas, que se han realizado tanto en México como en el extranjero. Su producción ha sido motivo de una extensa biografía.
En el Museo Amparo, su obra se presentó en la exposición temporal Del deseo y la memoria, realizada en 1995.